martes, 14 de abril de 2009

El Globito Soñador


Había muchos globitos muy emocionados dentro de una bolsa, ¿la razón?, hoy serían inflados con gas para volar. Ya otros días habían visto cómo llenaban a los globos de otras bolsas y comenzaban a volar, aunque los amarraban con unos cordones para que no escaparan hacia el cielo.

El globero acostumbraba acomodar las bolsas de tal forma que sólo inflaba la cantidad que podría vender, aunque a veces le faltaban, pero nunca le sobraban.
Para los globos, eso significaba que todos aquellos que se inflaran ese día, alcanzarían su libertad... era su oportunidad. Por eso estaban tan inquietos, ya les tocaba su turno después de varias semanas de estar almacenados.

En la bolsa había un globito que destacaba por su entusiasmo, y también por su romanticismo. Él creía que sería capaz de volar muy alto, tan alto como las nubes, y aún más, quizá hasta el Sol.

Todos se contagiaban de su entusiasmo, y a la vez se burlaban de él diciendo que ni los globos más grandes habían llegado hasta allá, pero él se defendía argumentando que era porque no sabían hasta dónde podían llegar, y que ellos no creían en sí mismos.

El globito había escuchado muchas historias de globos que habían alcanzado enormes alturas, y que existían corrientes de aire que jalaban a los globos y se los llevaban muy arriba, tanto que podían posarse sobre las nubes.

Todos ansiaban ser libres, así que cuando el globero abrió la bolsa y empezó a inflarlos, hubo gran alboroto, y todos se revolvían por salir.

Al estar todos henchidos de gas, se movían rítmicamente unos contra otros, en la danza de la libertad.

Ahora faltaba que se fueran al parque para que los niños los escogieran y se los llevaran a sendas casas. En el camino fueron comprados algunos, y el globito soñador, ahora tan cachetón como sus compañeros, esperaba su turno. Ideó un plan; se zafaría de la mano del niño que lo comprara en cuanto sintiera un viento lo suficientemente fuerte como para alcanzar aquellas legendarias corrientes que lo llevarían a volar tan lejos como ninguno otro.

Cuando llegó el momento, un niño con cara triste y ropa obscura, se acercó y lo compró. El globo pensó que ya era hora de llevar a cabo su maniobra, sólo esperaría el instante idóneo y su plan se ejecutaría. Aunque todo se le facilitó notablemente; el niño lo quería para enviar una cartita.

El globito, al darse cuenta de lo que ocurría pensó que, total, si la carta llegaba a pesarle demasiado como para impedir que siguiera subiendo, procuraría soltarla en el camino. De cualquier forma, lo único que le interesaba era conseguir su meta a como diera lugar.

El niño amarró su carta lo mejor que pudo y soltó el globo, que de inmediato buscó las famosas corrientes, misma que encontró en poco tiempo. Comenzó el ascenso y subió, subió y subió. Pasó las nubes más altas y se sintió victorioso, poderoso; dominante porque nadie más había podido alcanzar esa altura antes que él.
La geografía se veía impresionante, y cada vez de menor tamaño. Las montañas parecían diminutas migajas de tierra, y los más caudalosos ríos, irregulares grietas que lastimaban la corteza terrestre.

En un rato más, aparecieron dos enormes extensiones de agua bordeando las costas del mapa.

El globito se dio cuenta de que mientras más subía, el gas que estaba dentro de él iba creciendo y, por tanto, más se le estiraba la piel de hule y se hacía más grande.

Mientras lo anterior acontecía, su ego se iba haciendo más vasto, lejos de pensar en las consecuencias que podría enfrentar.

Pensaba que, ahora que se alejaba del suelo y se hacía de mayor tamaño, sus compañeros de la bolsa de globos lo podrían ver, y mirarían lo lejos que había llegado; y cuando bajara todos los felicitarían, y hasta le podrían hacer un homenaje, y tal vez un monumento. Todos hablarían de él y sería una leyenda. De pronto dejó de subir y juzgó que era hora de deshacerse del estorboso papel para retomar la subida, pues a pesar de haber llegado a tal altura, quería llegar aún más alto.

No pudo quitarse la carta del cordón, pero siguió creciendo hasta que su cuerpo no resistió más el volumen del gas y reventó. Su alma pasó a la antesala del cielo, y pensó que lo recibirían con una gran ovación y lo felicitarían por ese gran logro, por esa determinación de llegar más arriba que cualquiera sin importarle nada más.

Lo recibió un Ser rodeado de una luz tan blanca como la espuma del mar, y tan brillante como el oro. El globo se acercó orgullosamente al iluminado Ser esperando una felicitación, pero éste, en cambio, le dijo:

- Lograste lo que más anhelabas, tu deseo fue cumplido, pero tu orgullo te cegó y no viste que tu misión era más que llegar a una distancia tan grande. Fuiste concebido para cumplir una encomienda que no cumpliste. Debías entregarme la carta que ahora tengo en la mano, y no viste mi mano porque la venda de la vanidad te cubrió los ojos del alma y quisiste más para ti sin que te importara la verdadera esencia de la vida, ayudar a todo aquel al que le puedas dar algo de ti. Ahora, por haber esforzado tanto tu cuerpo, al grado de destruirlo, no podrás tener otro hasta que tu corazón sea limpio de nuevo y te sea permitido volver a nacer para ejecutar tu misión correctamente.

Y el globo replicó:- ¿Pero cómo, qué fue lo que hice mal?,
Al morir yo, recuperaste la carta y ahora la puedes entregar.

El Ser le contestó así:
- No tuviste la intención de entregarla, por el contrario, quisiste desecharla porque te estorbaba, pero esta carta está llena de amor de un hijo para su madre, y no importan las palabras que contenga sino su esencia porque es la vida que nutre al alma. Y por tu conducta ibas a ocasionar tristeza y mayor dolor, pues cuando la madre del pequeño reciba esta carta, en respuesta, ella le enviará paz y consuelo al corazón de su hijo. De manera que si tu cuerpo hubiera resistido, esta carta nunca habría llegado a su destino porque no quisiste ver la importancia de tu misión, y cuando reventaste pude rescatarla. En lo sucesivo deberás abrir tu corazón para que al llegar a tu meta, y estar en una posición elevada, procures ayudar y servir a todo Ser que se encuentre en una situación menos favorecida.

Después de estas palabras, el globo hizo silencio y esperó mucho tiempo para ser merecedor de un nuevo cuerpo y reintentar su lección.
FIN

sábado, 4 de abril de 2009

Camino del amor: 11 pasos !!


1. Primero, contigo mismo. Sólo cuando estás bien contigo mismo puedes estar bien con los demás
2. Manejar la soledad. Sólo cuando manejas tu soledad puedes manejar una relación.
3. Sólo se da lo que se tiene. Necesitas valorarte para valorar, quererte para querer, respetarte para respetar, y aceptarte para aceptar, porque nadie puede dar lo que no tiene.
4. Paz interior. Ninguna relación te dará la paz que tú mismo no crees en tu interior.
5. Fantasía que genera frustración. Pretender que otra persona nos haga felices y llene todas nuestras expectativas es una fantasía que sólo trae frustraciones.
6. Autonomía. Ninguna relación te brindará felicidad que tú mismo no construyas.
7. Autosuficiencia. Sólo podrás ser feliz con otra persona cuando, bien convencido, seas capaz de decirle: "No te necesito para ser feliz".
8. Independencia Sólo podrás amar siendo independiente hasta el punto de no tener que manipular ni manejar a los que dices querer.
9. Requerimientos. Para amar necesitas una humilde autosuficiencia, autoestima, y la práctica de una libertad responsable.
10. Autoestima y madurez. Ámate a ti mismo, madura, y el día que puedas decirle a esa otra persona "Sin ti me la paso bien", ese día estarás preparado para vivir en pareja.
11. Compartir. Dos personas que vivan en pareja podrán ser felices sólo cuando se hayan unido para compartir su felicidad, no para hacerse felices la una a la otra. Conclusion:"Dos personas se aman únicamente cuando son capaces de vivir la una sin la otra, pero deciden vivir juntas"

viernes, 3 de abril de 2009

Decálogo de un lector


1º- Leerás solo, porque es una actividad solitaria.
2º- Leerás despacio, porque leer no es encadenar palabras. El que corre tropieza.
3º- Entenderás lo que lees, porque si no lo entiendes,no estás leyendo.
4º- No buscarás todas las palabras desconocidas; pero si tendrás a mano un diccionario.
5º- leerás y descifrarás palabras desconocidas, y cada vez tendrás más vocabulario y menos diccionario.
6º- Usarás tu imaginación.
7º- Contarás lo que has leido con tus propias palabras, porque lo has entendido.
8º- Leerás entre líneas: irás más allá de lo que se dice;pensarás, relacionárás, razonarás.
9º- Serás crítico; sabrás porque te gusta o no lo que lees.
10º- Sabrás que es bueno y que no. Conocerás y reconocerás la calidad y el valor de las cosas.

A si que a seguir leyendo.

Llueve...


Llueve, y no es una metáfora que moja mis cuadernos. Siempre llueve al morirse alguién cercano.
Llueve, y no es un comentario atmosférico, algunas veces llueve sin motivo: yo entonces necesito tener este paraguas que va siendo tu cuerpo.

¿Por qué sufrimos?


Todos tenemos una percepción diferente de lo que nos afecta y hace sufrir. Sin embargo, todos decimos que hemos sufrido o estamos sufriendo; es más podría decirse que nadie se escapa en esta vida de sufrir. Asimismo, podríamos encontrar una larga lista de razones y motivos por los cuales los seres humanos sufrimos unos más que otros.
En realidad pienso que en la vida no todo es felicidad, mientras existamos habrá sufrimiento en menor o mayor medida. Un día nuestras expectativas, sueños, proyectos e ideas de cómo queremos que sea nuestra historia se deshacen de la nada, entonces viene la tristeza, la depresión y el sufrimiento. Sentirnos y vernos padeciendo tristezas nos crea una serie de cuestionamientos de nosotros mismos, de los demás, de las personas que más queremos y en este estado complejo de dolor muchas veces no encontramos una clara respuesta que nos de luz y señale el sendero para salir de la infelicidad.
Los consejos abundan por doquier cuando uno está infeliz: "tómate unas vacaciones", "viaja lo más lejos posible", "toma relajantes", "acude a un siquiatra", "distráete lo más que puedas", "sal de compras", etc. Y en realidad lo que ocurre es que no estamos nunca preparados para sufrir.
La mayoría de las personas queremos ser felices todo el tiempo de nuestras vidas, y si vemos con detenimiento ese deseo o creencia realmente es imposible e impracticable. No es natural ser permanentemente feliz; así como las estaciones del año, en nuestras vidas tendremos muchas primaveras, inviernos, otoños y veranos. No hay forma de que una persona se levante y salga triunfadora si es que antes no ha caído, no hay manera de reconocer la felicidad si antes no hemos sido infelices. Y nos equivocamos al creer que la infelicidad es lo contrario a la felicidad, más bien diría que la infelicidad es realmente el punto de partida desde el cual debemos construir nuestra felicidad.
Casi todas esas recomendaciones comúnes para salir del sufrimiento están vinculadas a ese mundo visible, externo, que creemos único e insalvable; se cree que viajando lo más lejos posible podrás olvidar lo que te hace sufrir, que dando rienda suelta a la diversión y distracción podrás escapar del dolor. Pero la verdad sólo estaremos aliviando el sufrimiento y aplazando sus consecuencias para un futuro no muy lejano. Hay un mundo invisible que debemos descubrir para aprender realmente el camino auténtico de la felicidad, en el que veremos claramente algo maravilloso para cada uno de nosotros. En esta otra dimensión, por decirlo de otra manera, aprenderás a abrirte al flujo natural de las cosas buenas que llegarán a tu vida y que nunca imaginaste podrían ocurrirte.
Todos sabemos que el Universo tiene una vibración única y extraordinaria que lo hace perfectamente armónico y equilibrado, también sabemos que todo lo que vemos tiene una vibración única así sea la roca más grande y pesada. Y esa vibración puede ser vista por detectores gráficos que revelan que ese mineral tiene vida propia. Los humanos también vibramos y también tenemos un aura que refleja nuestra vibración que es mucho más compleja y profunda. Tenemos una frecuencia semejante a la del universo, y lo que es más hermoso, podemos transmitirla de persona a persona así como enviarla a todo nuestro universo. Podemos decir entonces que si todo tiene una vibración desde lo más enorme que es nuestro universo hasta lo más pequeño como podría ser un átomo, en realidad estamos unidos por un flujo universal de frecuencias. La gran diferencia entre las cosas, animales y seres humanos es que nosotros podemos elegir el tono de vibración y frecuencia; pero sin embargo, muchas personas ignoran esta realidad y se dejan llevar por las malas vibras que abundan en nuestro entorno, en nuestra sociedad moderna caracterizada por una cultura del tener dinero, poder y muchos bienes materiales para ser feliz. No rechazo el bienestar material en sí mismo, si no la esclavitud que la gran mayoría de personas vive día a día por conseguirlo.
Nuestros pensamientos, ideas, preocupaciones y creencias también son vibraciones, al igual que las intenciones que tenemos dentro de nuestro corazón. Toda frecuencia tiene sus picos altos y bajos, es algo universal, natural y perfecto. Lo que debemos hacer es aprender la habilidad de ser felices a pesar de los contrastes de la vida, estar en sutil sintonía con el universo sin importar lo que pase; y, todo dependerá de cómo has educado a tu Kokoro (corazón y cuerpo en el concepto de Reiki).
Un Kokoro agradecido, amable, que sabe perdonar a los demás y así mismo, que demuestra aprecio incluso a sus enemigos es el secreto para ser feliz y justo ahora en este momento lo puedes hacer, donde quiera que estés.
El corazón es el motor que impulsa todo nuestro flujo que sostiene nuestra vida, por eso su frecuencia y vibración deben estar descontaminadas de pasiones inútiles, odios, venganzas, celos, malas intenciones, y nuestra mente por tanto debe estar limpia de ideas, pensamientos y creencias que nos apartan del amor incondicional a nosotros mismos y a los demás. Por eso es muy perjudicial comparar nuestra felicidad con la de los demás, pues todo lo que está al alcance de nuestros sentidos no hará más que limitarnos a lo material y físico, a ese mundo externo que nos confunde y condiciona todo el tiempo.
Hay que buscar dentro de nosotros mismos esa maravillosa vibración universal y descubriremos que no es necesario viajar muy lejos para apartar el sufrimiento de nuestras vidas, pues la felicidad está en nuestras manos. Se leal contigo mismo, encuentra dentro de ti lo que realmente quieres hacer en la vida, no copies a los demás, se tu mismo, se realmente quien eres y verás como tu felicidad empieza a fluir con naturalidad; y un día el sufrimiento, infelicidad o tristeza serán sólo parte de los acontecimientos propios de tu crecimiento como persona.

Dos ejercicios que puedes hacer para enfocarte en tu felicidad

1. Meditación con Luna Llena:

1. Todos sabemos que la Luna ejerce un poder extraordinario en los mares, en la agricultura, en la ovulación femenina y en muchas otras cosas más. En base a ese conocimiento milenario te recomiendo practicar la meditación Gassho, propia del Reiki. Si no la conoces puedes encontrarla en esta revista con sus pasos precisos y si lo prefieres busca un Maestro de Reiki que esté familiarizado con la técnicas japonesas del Reiki.
2. Encuentra un lugar adecuado, puede ser cualquier sitio, que se ajuste a tus necesidades.
3. Planifica con anterioridad una hora para Meditar el día de Luna Llena.
4. Procura reunirte con amistades que quieran disfrutar de la fuerza de una meditación influenciada por el poder magnético de la Luna.
5. Establece unas reglas básicas que excluyan luego de la sesión de meditación abundante comida o actividades contrarias a nuestro ecosistema.
6. Ese día procura tomar solamente agua en vez de bebidas comerciales y que tus alimentos sean lo más "limpios" posibles.
7. Invita a tus amistades a realizar pequeñas donaciones a los más necesitados de tu localidad, así iniciarás un camino para tu corazón demostrando aprecio a los que te rodean, sobre todo a los más débiles, a los que más luz necesitan y generando buenas vibraciones.

2. Enfocándote en el Punto de Luz y Armonía:

1. Para quienes se encuentren con sentimientos de Odio, Venganza, Cólera, Celos, Malas Intenciones y en general malas vibraciones. Primero cierra los ojos por varios minutos y respira suavemente.
2. Escucha los latidos de tu corazón.
3. Agradece la fortaleza, constancia, entrega incondicional y sincronía de tu corazón.
4. Agradece la maravilla de tus pulmones que purifican la sangre que el corazón impulsa a cada momento.
5. Agradece que todo fluye maravillosamente.
6. Siente esa brisa de paz, aprecio y se consciente de lo admirable de tu cuerpo.
7. Siente la Felicidad que te invade por completo.
Así debes esforzarte por vivir tu presente, de esta manera te sintonizas con la vibración exquisita del universo por la cual descubres la sencillez para la que hemos de existir y el propósito de tu propia vida. Llenate de amor incondicional y agradecimiento por todas las bendiciones que te rodean, decide hacer algo por el mundo, comparte tu vibración de amor y dejate llevar por la energía maravillosa que tienes en tu corazón.

Para Olvidarte De Mi

En cualquier momentoa la orilla de algun beso vas a tropezar conmigo sin quererlo....

para descubrir de nuevo, que no hay nadie que te llene los recuerdos.

Tarde que temprano, sin saber, como ni cuando, una lagrima te hará extrañar, despacio.. La ternura de un abrazo, el suspiro de mi nombre entre tus labios.

Para olvidarte de mi, para olvidarte de mi tendrias que renunciara tanto amor que te di, Para olvidarte de mi, para olvidarte de mi necesitas volver a nacer. Uno de estos dias al umbral de una caricia volvera de nuevo la melancolia para darte la noticia de que no me has olvidado todavia!!*